Esta parashá se titula: “Behaaloteja” cuya traducción es “Cuando Enciendas”.
Bamidbar 8:1 Vayedaber Adonay el-Moshe lemor. Daber el-Aharon ve’amarta elav bejaloteja et-hanerot el-mul pney hamenorah ya’iru shiv’at hanerot.
Números 8:1 Y habló el Eterno a Moisés, diciendo: Habla a Aarón y dile: Cuando encendieres las lámparas, haz de modo que las siete lámparas alumbren hacia la lámpara central del candelabro, Viene de una raíz compuesta que contiene un condicional al encender la menoráh.
Esto se debía realizar en completa santidad, esta santidad es la que se logra al vivir en obediencia a su palabra por medio del Rúaj Hakodesh enviado por nuestro Mesías, permitiendo que ella transforme la conducta, el carácter y los deseos, al ser humano íntegramente y prepararlo como el santuario para recibir al Eterno.
Si recordamos las palabras del Rabí Shaúl (Rabino y Apóstol Pablo), estaremos en condiciones
de aprender muchísimo de esta sección. Romanos 15:4. Contenido de Esta Parashá: Biblia (Números 8:1 al 12:16) Toráh (Bemidbar 8:1 al 12:16) Bemidbar 8:1 al 8:4: Se le enseña a Aarón el método de encendido de la Menorah.
Si miramos bien esta Escritura, nos daremos cuenta del cuidado que Adonai tuvo en hacer recordar a Aharón y a sus hijos con respecto al encendido de la Menoráh, la lámpara con siete brazos que fue colocada dentro del Lugar Santo. Se nos dice que estas siete lámparas debían:
- Ser colocadas de tal manera que alumbraran siempre hacia adelante.
- Su construcción tuvo como modelo otra Menoráh que fue mostrada del Santuario Celestial.
- En Shemot (Éxodo) 25:31 al 41 y Zacarías 4: 1al 6 vemos detalles de esta MENORÁ:
- Primero: Está hecha de una sola pieza, de oro puro. No tiene nada pegado o añadido.
- Segundo: Tiene siete lámparas que la conforman.
- Tercero: Esta Menoráh tiene 72 adornos especiales en sus SIETE brazos y DOCE divisiones a manera de fundamento en su base.
Esta figura profética que debía estar encendida diariamente en el Tabernáculo, se arreglaba en la mañana y se volvía arreglar en la tarde para asegurarse que no dejaba de proyectar su luz nunca.
Todas estas figuras proféticas nos hablan del Mesías, apuntan al Mesías y exaltan al Mesías. Si usted desconoce esto, desconocerá todo. La MENORÁ es el símbolo de Israel, de la Comunidad Mesiánica y de los redimidos, representa la Palabra, al Espíritu de Santidad y al Mashiaj en quien la Palabra y el Espíritu se juntaron para realizar la obra del Padre. No descuides ninguno. La Palabra es la Menoráh, el Espíritu es el aceite que produce el poder que está en la Palabra.
Bemidbar 8:5 al 8:26: Moshé santifica a los levitas para que trabajen en el Mishkán. Los levitas antes de entrar en sus funciones sacerdotales, tenían que purificarse.
Antes de hacer algo para el Señor tenemos que estar limpios en Su presencia. Antes de tocar las cosas sagradas del Señor los que somos sacerdotes del nuevo o renovado pacto tenemos que estar lavados y purificados por la sangre del cordero y por la palabra. El Señor no acepta ningún servicio si nuestras manos están sucias por el pecado, la desobediencia y la ligereza espiritual.
Por medio de la sangre derramada de nuestro Mesías y por la Palabra, nuestras manos y nuestros corazones han sido purificados y continúan siendo purificados cada día para que podamos servirle en espíritu y en verdad. Si pecamos contra él, debemos arrepentirnos de nuestros pecados, pedirle que nos perdone y nos limpie y si somos sinceros y nos apartados del pecado, Él es fiel y justo para perdonar nuestro pecado y limpiarnos de toda maldad.
Bemidbar 9:1 al 9:5: Fiesta de Pesaj.
Un año después del Éxodo de Egipto, Hashem le ordena a Moshé todo lo relativo a la celebración de Pesaj (Pascua).Bemidbar 9:6 al 9:14: Mitzvá de Pesaj Sheíni. Los que no son aptos para celebrar Pesaj piden una solución y así es como se da la mitzvá de Pesaj Sheíni un mes después de Pesaj.
Bemidbar 9:15 al 9:23: Las nubes milagrosas sobre el Mishkán.
Estas nubes son la presencia del Eterno y dan la señal de cuándo viajar y cuándo acampar al mandato de Hashem guardando la ordenanza de Hashem como lo había dicho por medio de Moshé.
Bemidbar 10:1 al 10:10: Las dos trompetas de plata.
Hashem ordena a Moshé construir dos trompetas de plata. Estas dos trompetas de plata fueron dadas para convocar a los príncipes o a toda la nación cada vez que se tiene que realizar algún anuncio. Las trompetas también sirven para anunciar viajes, guerras y fiestas.
Bemidbar 10:11 al 10:28: La partida del pueblo.
En el segundo año la nube se alza y los hijos de Israel parten del monte Sinaí según el orden de marcha de las tribus de los hijos de Israel.
Bemidbar 10:29 al 10:32: El suegro de Moisés.
Moshé invita a su suegro Yitro, a que se una a los israelitas, pero Yitro se niega porque quiere retornar a su tierra y a su parentela, Moshé le ruega que no los deje ya que él conoce las tierras donde van a campar.
Bemidbar 10:33 al 10:36: Las bendiciones al moverse los hijos de Israel.
La nube se alzó y los hijos de Israel parten a tres días de distancia según el orden de marcha de las tribus de los hijos de Israel, y luego reposo.
Tanto al levantar como al reposar nuestro pueblo, Moshe pidió la bendición del Eterno. (Estas oraciones todavía se utilizan hoy en día en muchas sinagogas de todo el mundo).
Bemidbar 11:1 al 11:10: Después de la bendición la murmuración y rebelión.
El terrible pecado de murmuración y rebelión contra Adonai y Moshe, encendió la ira del Eterno y quemo los extremos del campamento, el pueblo clama a Moshe y este al Eterno y el fuego se detiene, pero el chisme agregado junto con el pueblo continuó quejándose por la comida.
Bemidbar 11:11 al 11:29: El enojo y clamor de Moshe, respuesta de Hashem.
Ante la instigación del erev rav (la multitud mezclada de naciones e israelitas), hay quienes se quejan del maná. Moshé objeta que no puede gobernar él solo toda la nación. Hashem le dice que seleccione a 70 ancianos, considerado el primer Sanedrín para que lo ayude, y le informa que el pueblo recibirá carne hasta que se enfermen de comer tanto. Dos de los candidatos del grupo de ancianos profetizan en el campamento y Josué hijo de Nun da aviso a Moshé y le pide que se los impida, pero a Moshé le complace que otros se hayan convertido en profetas.
Bemidbar 11:30 al 11:35: Provisión y respuesta de Hashem.
Hashem envía una provisión de codornices para los que se quejaron de que no tenían carne. Una plaga castiga a aquellos que se quejaron.
Bemidbar 12:1 al 12:16: El enojo de Hashem ante el pecado de Miriam y Aharon.
Miriam le hace una crítica a Aharón, donde también implica que Moshé es cómo los demás profetas. Hashem explica que la profecía de Moshé es superior a la de cualquier otro profeta.
Miriam es sacada del campamento por siete días y castigada con Tzaráat (lepra), por haber difamado a su hermano. Moshé ora por ella, y la nación aguarda hasta que se cure, antes de proseguir con el viaje.
REFLEXION DE ESTA SHAVUA O SEMANA. (Para los jóvenes que serán padres).
Al final de la sección de esta semana en la Toráh, estudiamos que Miriam y Aharón, la hermana y el hermano mayor de Moshé, hablaron lashón hará (comentario negativo) contra él porque no interpretaron sus acciones. Hashem se enojó mucho contra ellos. (Bamidbar 12:9).
Antes de castigar a Miriam, quien había iniciado la conversación, Hashem reprobó a ambos por su pecado. Dijo a modo de introducción: “Escuchad, os ruego, Mis palabras”. Debemos tener en cuenta al leer estos versículos, que en el lado receptor estaban dos de los más grandes tzadikim (justos): Miriam y Aharón, y en el lado emisor estamos hablando del Todopoderoso Mismo. Aun así, ¡si Hashem no se hubiese expresado con gentileza, ellos no habrían aceptado Su reprimenda!
Porque así es la naturaleza del hombre. El más sabio de todos los hombres, el Rey Salomón, decía en Mishlé/Proverbios 15:1.
No hace diferencia quién esté hablando ni quién esté escuchando. Si las palabras son duras y graves, serán rechazadas con enojo. Por el contrario, veamos en Kohelet/Eclesiastés 9:17.
Una de las razones por la cual muchos fracasan como padres es la falta de noción sobre cómo reprender correctamente a los hijos. Todos entienden que un padre, o madre, no debe arremeter en el momento del incidente, cuando está totalmente fuera de control. Pero digamos que un padre es lo suficientemente listo como para contenerse en ese momento. ¿Después qué? ¿Cuándo debe volver al tema otra vez? ¿Cuándo el niño se está comportando bien y la familia está disfrutando un paseo en lancha? Ciertamente no va a querer arruinar una atmósfera agradable enojándose y removiendo algo que pasó tiempo atrás. Entonces ¿qué hace? Espera hasta la siguiente ocasión en que el niño haga algo malo y no se contiene, arroja todos los agravios que acumuló de los incidentes anteriores. Esta actitud está, definitivamente, destinada al fracaso.
El origen del problema, sin embargo, es que tenemos un enfoque totalmente equivocado de la reprimenda. Creemos que es regañar a gritos al que se porta mal y ponerlo en su lugar.
Consecuentemente, la atmósfera apropiada para tal suplicio es cuando las cosas están de todos modos mal. Sin embargo, si sólo entendiéramos que la reprimenda está destinada a ser, en realidad, una expresión de total amor, algo que compartimos con la persona que adoramos a fin de ayudarla a transformarse en una mejor persona, entonces permaneceríamos perfectamente calmos mientras la ayudamos a reconocer sus faltas. Y lo haríamos específicamente en un momento en que reinan sentimientos de cariño entre uno y otro. Porque si lo manejamos apropiadamente, entonces el receptor también se ha de sentir bien acerca de eso y verdaderamente nos va a agradecer por nuestra preocupación antes que sentirse molesto por nuestra crítica. El resultado será una serena relación padre-hijo que asegurará para ambos una vida feliz, llena de najat (satisfacción) y de mutuo respeto.
Ésta es la lección de vida que la Toráh nos quiere enseñar esta semana. Y si seguimos este sano consejo, difícil como pueda parecer, seremos realmente felices, en este mundo y en el Mundo por Venir.
HAFTARAH
ZAC 2:14-4:7
BRITH HA DASHA
APOCALIPSIS 11:1-19
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